7.2.06

Con un marro destrozó la cabeza a su casero

Un joven de 18 años de edad asesinó brutalmente de varios marrazos en la cabeza a su casero, luego de que éste trastornado por los efectos del alcohol se metió a su cuarto y trató de violar a su joven esposa, de 16 años de edad.

Cometido el crimen y para evadir la acción de la justicia, el presunto homicida, Francisco Javier Covarrubias Ramírez, cavó una fosa en el patio del domicilio del ahora occiso para sepultarlo clandestinamente y en seguida se dio a la fuga junto con su esposa Marilú Olguín González; sin embargo, como resultado de las investigaciones que se realizaron, elementos de la Policía Judicial del Estado de México los detuvieron cuando se refugiaban en un domicilio ubicado en la Colonia Vicente Villada, municipio de Ciudad Nezahualcóyotl.

Al ser trasladado a las instalaciones del centro de justicia de San Juan Teotihuacán y una vez que fue sometido a un interrogatorio, el detenido confesó que el señor Francisco, dijo, trastornado por los efectos del alcohol llegó a la casa y extrañamente en un tono autoritario le ordenó a su esposa que le sirviera de cenar y por los favores y el buen trato que tenía de él no tuvo objeción y le pidió a su mujer que lo atendiera.

Después de media hora, agregó, su mujer terminó de darle de cenar al señor Francisco y en seguida se metieron a su cuarto para dormir.

Cuando ya estaba profundamente dormido, explicó, despertó sobre saltado, pues su esposa gritaba y le pegó en varias ocasiones en la espalda.

Al incorporarse, desconcertado se dio cuenta que el señor Francisco había entrado a su cuarto y que jaloneaba y estaba encima de su esposa, a quien pretendía violar.

Por tal motivo jaloneó y aventó a su casero y debido a que este trató de golpearlo, tomó un marro que se encontraba a un costado de la cama y sin la más mínima contemplación lo asesinó de varios marrazos en la cabeza.

Al percatarse de lo que había hecho y consciente de que la policía lo iba a detener y encarcelar cavó un hoyo en el patio de la casa y para borrar toda evidencia sepultó clandestinamente a su casero.

En seguida tomó todas sus pertenencias y junto con su esposa escaparon del lugar hacia el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, donde permanecieron escondidos e incluso estaban a punto de huir hacia el poblado de Jacala, en el Estado de Hidalgo.