22.11.06

Linchamiento en Tláhuac


La violencia no es un tema nuevo para México, quizá, conforme se han presentado distintos casos violentos en diversas zonas del país, se pudiera decir que actualmente el desbordamiento de violencia es similar a un cáncer que va incrementándose al grado de poner en riesgo la seguridad del pueblo mexicano. Políticos, narcotraficantes, artistas, jóvenes, los maras, sindicatos y hasta civiles han sido participes de actos violentos que ponen en un riesgo mayor la seguridad para cualquiera.
Hace dos años sucedió un acto reprobable en Tláhuac, que tuvo como consecuencia un hecho verdaderamente escalofriante y alarmante después de que tres policías fueran linchados por los vecinos del sector. Para el 23 de noviembre del 2004 una muchedumbre que habitaba en San Juan Ixtayupan, preocupados por la conducta sospechosa de tres policías que trabajaban encubiertos, sobre una investigación en el sector, al ser descubiertos por un grupo de líderes, fueron tomados salvajemente por los vecinos cuyos instintos asesinos salieron a brote por el calor de la muchedumbre y por una sed de justicia irracional.
Las tres victimas eran los agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP): Víctor Morales Barrera y Cristóbal Bonilla Martínez, quiénes fueron asesinados en linchamiento primeramente, para después quemar sus cuerpos. Además de ellos, el agente Edgar Moreno Nolasco, quién resultara herido de gravedad y con quién los vecinos trataron de negociar lo sucedido con las autoridades a cambio de regresarles al agente con vida. Reacciones por parte de los gobernantes de nuestro país tanto en lo político como en lo religioso no se hicieron esperar, muchos dieron su punto de vista ante tal hecho sangriento y cruel, que gracias a las cámaras de televisión se pudo asemejar a las siniestras escenas proyectadas del linchamiento a un grupo de trabajadores, quiénes fueron confundidos con estudiantes pertenecientes al movimiento estudiantil del 68 en la película Canoa, dirigida por Felipe Cazals en 1975.
Ante el linchamiento de Tláhuac se especulo mucho sobre las razones por las cuales los tres integrantes de la PFP, se encontraban investigando en dicha delegación y se manejaron diversas versiones. Primero se dijo que los policías investigaban la desaparición de dos menores, por lo que fueron confundidos por secuestradores y esto desato el despiadado asesinato, también se dijo que investigaban el narcomenudeo y a grupos armados de dicha delegación.
Se manejaron muchos nombres a los que se les atribuyó la culpa de lo que sucedió en Tláhuac, algunos ya están pagando su condena y otros siguen en libertad; sin embargo la violencia sigue creciendo en nuestro país y tal parece que el gobierno se quedó ciego desde entonces, porque en vez de que las cosas pudieran haber mejorado y de que este suceso pusiera en foco rojo la seguridad que todos los mexicanos merecemos, los actos violentos van en aumento al igual que el saldo de personas muertas.
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Juan Francisco Muñiz y Gina Leguizamo / Molenio Diario