16.6.08

Susan Atkins quiere salir...

Una de las integrantes de la secta que asesinó a la actriz Sharon Tate solicita ser excarcelada

La dirección de la cárcel parece estar de acuerdo en 'liberarla por clemencia'
Casada desde hace 21 años con su abogado, es considerada una convicta ejemplar
La hermana de Sharon Tate recuerda que Atkins es una asesina en serie

Susan Atkins, condenada a cadena perpetua por el asesinato de la actriz Sharon Tate, ha solicitado su liberación anticipada de una prisión californiana, informa el diario 'Los Angeles Times'. La mujer, de 59 años, que formó parte de la secta liderada por Charles Manson, padece un tumor cerebral incurable y cumple una pena de más de 37 años de prisión por doble homicidio.

La dirección de la cárcel de mujeres en Corona parece estar de acuerdo en "liberar por clemencia" a la rea, según el rotativo. Por su parte, la comisión de amnistía del estado todavía deberá tomar una resolución al respecto.

Atkins, casada desde hace 21 años con un abogado que la representó durante las audiencias, es considerada una convicta ejemplar.

Debra Tate, hermana de la víctima Sharon Tate, se manifestó en contra de la liberación de Atkins. "Se trata de asesinos en serie que fueron condenados a muerte y deben continuar tras las rejas", declaró al "Times".

Manson, el jefe del clan, cumple una condena por cadena perpetua en la cárcel californiana de Corcoran. En agosto de 1969 había enviado a miembros de su secta, ubicada no muy lejos de Los Ángeles, a realizar un brutal baño de sangre.

Susan Atkins, Patricia Krenwinkel, Charles Watson y Leslie Van Houten asesinaron en la vivienda del director de cine Roman Polanski a su esposa, Sharon Tate, que se encontraba embarazada, y a otras cuatro personas. Un días después asesinaron al adinerado hombre de negocios Leno LaBianca y a su esposa.

Manson y los cuatro autores de los delitos fueron condenados a muerte en primera instancia. Pero cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos abolió en 1972 la pena capital, la condena se transformó en cadena perpetua.

elmundo.es