27.5.09

Margolles en la bienal de Venecia

La artista mexicana Teresa Margolles, ganadora del Premio de Adquisición en el Certamen Cuerpo y Fruta, otorgado por la Embajada de Francia en México, participará en la edición 53 de la Bienal de Venecia con la muestra "De qué otra cosa podríamos hablar".

El director de la exposición internacional de Venecia, Daniel Birnbaum, dijo este martes, desde la ciudad italiana, que la exposición se concentra en pinturas y objetos, a partir de huellas materiales de asesinatos en las calles, así como reportes policiacos y noticias de la prensa.

En la Bienal de Venecia, un escaparate esencial para el arte contemporáneo, confluyen artistas ya consagrados en el panorama internacional y jóvenes autores de las nuevas generaciones.
Birnbau explicó que la muestra será instalada el 7 de junio y estará abierta hasta el 22 de noviembre.

Agregó que, en esta ocasión, se trata de una narrativa basada en tácticas de contaminación y acciones materiales sobre cómo la violencia y la economía global declaran a toda una generación de individuos y clases sociales como personas desechables.

Indicó también que la exploración de Margolles acerca de la muerte "se ha relacionado con una profunda investigación sobre problemas económicos y políticos, la exploración social, el proceso de duelo histórico y la creciente violencia que define el entorno cultural y filosófico actual".

"Las obras presentadas en el pabellón de México son una crónica sutil de los efectos de una economía internacional que incluye un círculo vicioso de la prohibición, adicción, acumulación, pobreza, odio y represión", detalló el curador de la exhibición.

La muestra de Margolles se ha expuesto en países como Reino Unido (2006), Alemania (2007), Austria (2008) y México (2007).

Asesino en serie conmociona a Israel

Un presunto asesino en serie que desde 1994 habría matado a al menos a cuatro personas, ha causado consternación en Israel.

El habitante de un pueblo de beduinos del norte de Israel, de 32 años, confesó a la policía que cometió los asesinatos en la zona del lago Tiberíades.

Padre de tres hijos, fue capturado por la policía cuando su ex pareja de 22 años, que está acusada de complicidad, lo denunció a las autoridades.

La semana pasada la mujer llevó a la policía hasta los restos de la israelí Dana Bennet, desaparecida desde 2003 y entonces de 18 años.

La novia, que en ese momento tenía 16 años, es sospechosa de haber atraído a la víctima -en complicidad con el hombre- hasta un basurero de chatarra cerca de Tiberíades, donde el sujeto presuntamente la estranguló.

El árabe israelí confesó también el crimen de una turista checa de 20 años cuyo cadáver fue hallado un mes antes del asesinato de la segunda mujer.

El diario Haaretz escribió el lunes que en los últimos diez años el sospechoso estuvo varias veces en la cárcel por diversos delitos. Cuando fue encontrado en cadáver de Bennet, cumplía condena por la violación e intento de asesinato de una australiana.

En el interrogatorio dijo también que hace 15 años mató a un hombre en un puente al noreste del lago Tiberíades. También que en marzo de 2004 asesinó a su compañero de celda y lo hizo aparecer como un suicidio.

Su novia judía se había convertido al islam y se casó con él, aunque el homicida ya tenía una primera mujer.

La madre de la también sospechosa dijo que su hija hacía todo lo que el hombre quería. "Ella lo quería y le temía. Hacía todo lo que él le decía", señaló a los medios.

La policía no cree que el presunto asesino actuara por "motivos nacionalistas", sino por puro deseo de matar.

20.5.09

LA VIDA DE ALBERT FISH, THE GRAY MAN

THE GRAY MAN
LA VIDA DE ALBERT FISH

por: Ricardo Ham



A pesar de la larga lista de películas sobre asesinos seriales reales que han aparecido en pantallas grandes y chicas, los amantes y seguidores del género pedían a gritos las adaptaciones cinematográficas de las vidas del gigante Ed Kemper y el anciano Albert Fish; pues bien, Kemper deberá esperar turno, pero el abuelito de los asesino seriales, Albert Fish, por fin es llevado al celuloide ( o por lo menos al DVD)

Uno de los episodios más escandalizantes y traumáticos para la sociedad norteamericana es el de Albert Howard Fish, caso que contiene una alta dosis de perversión sexual, perversión que culmina en espantosos casos de canibalismo cuyas víctimas en esta ocasión fueron niños indefensos.

La aparente figura débil y enferma del anciano de 66 años Albert Fish, no generaba preocupación alguna en la sociedad Neoyorkina de los años 30, pese a que el pasatiempo favorito de Fish era enviar cartas obscenas, ninguna de ellas representaba algo más que un simple mal rato para su lector, sin embargo, la misiva enviada al matrimonio Budd el 11 de noviembre de 1934 horrorizó por completo a la ciudad entera, en ella se describía con lujo de detalle la forma en que fue asesinada, desmembrada, cocinada y devorada la pequeña Gracce Budd de sólo 6 años.

En pocas palabras esa es la historia relatada en The gray man, película realizada para televisión y que en México circula con el espantoso nombre de “El origen de Hannibal Lecter” como si el famoso Doctor no tuviera ya suficientes y mal logradas precuelas. Hay que decir que la cinta mezcla, de manera poco acertada, una narración lineal de la historia del anciano depravado, con una narración en off del clásico detective venido a menos que nunca falta en las películas sobre asesinos seriales.

Quizás lo más relevante de la película sea el impactante inicio de la misma, en el que vemos a un niño siendo azotado por su institutriz dentro del orfanato donde habita, mezclado con las prácticas de flagelación a las que diariamente se sometía Fish

Otro de los puntos importantes es la aparición de los hijos de Fish, quienes debaten constantemente sobre la calidad mortal de su padre, mientras uno lo ataca por sus extrañas costumbres que incluyen enterrarse alfileres en el recto y escribir cartas obscenas e insultantes a cuanta persona se le atravesara en el camino; la hija mayor defiende a capa y espada a su padre por el simple hecho de no haberlos abandonado nunca, e incluso es ella, quien ayuda a escapar en varias ocasiones al decrépito caníbal.

Uno de los constantes elementos que aparecen en las películas sobre asesinos seriales, (y en el género negro en general), es el detective recién transferido de oficina debido a su oscuro pasado o los constantes problemas que causaba con sus anteriores compañeros, pues en The gray man, este personaje vuelve a aparecer, con la particularidad de que nos enfrentamos a un experto en huellas digitales, lo que en su época era muy escaso, y que precisamente esa especialización le ayuda a dar con el abuelito de gustos canibales

A pesar de que la historia relatada en la cinta es muy cercana al hecho real, pareciera que el verdadero Albert Fish supera por mucho a la interpretación realizada en la película, el actor se quedó muy corto y es incapaz de retratar correctamente la locura y extraña personalidad del más anciano de los asesinos seriales de los que se tengan memoria.




19.5.09

Las mujeres planean más sus actos agresivos

Las mujeres planean más sus actos agresivos que los hombres, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México (UIA) que se ha divulgado hoy.

"Mientras ellos tienden a la acción física inmediata, ellas aislan a sus rivales y piensan más la conducta que ejercerán contra el otro", destacó la UIA en un comunicado.

Esas conclusiones fueron extraídas del estudio electroencefalográfico y también del sistema neurovegetativo de adultos con elevados niveles de agresividad que llevó a cabo el doctor Óscar Galicia Castillo, investigador de esa universidad jesuita.

El también director del Laboratorio de Neurociencias de la UIA dijo en el comunicado que dependiendo de la clase de "manifestaciones conductuales" de las personas estudiadas se puede distinguir su tipo de agresión.

El académico y su equipo de investigadores llevaron a cabo más de 90 pruebas a hombres y mujeres con características agresivas en el Centro de Reinserción Social (penal) de Atlacholoaya, en el estado de Morelos.

A través de pruebas de personalidad, tests socio-económicos y análisis de estudios electrofisiológicos, el doctor concluyó que las mujeres son más "proactivas" y los hombres más "reactivos".

Cuando la persona reacciona con un alto índice de actividad emotiva ante un estímulo desagradable y no puede controlar su exaltación se le denomina agresor reactivo.

En cambio, "cuando la respuesta emocional es más débil, el sujeto se presenta calmado y planea su estrategia para disparar su enojo en el momento que lo requiera, se le designa como agresor proactivo", destacó Galicia Castillo.

Mientras que el 70 por ciento de la población masculina escogida del Centro de Rehabilitación agredía físicamente ante un estímulo negativo, sólo el 10 por ciento de las mujeres recurría a los golpes porque la mayoría prefiere "aislar" a quienes las hacen enojar.

El objetivo de la investigación, según el académico, es "comprobar la existencia de distintas formas de funcionamiento cerebral en cada tipo de agresor".

Galicia Castillo señaló "que existen personas mucho más susceptibles a ser agresivas por su propia configuración cerebral".

Cuando esta situación "se asocia con condiciones sociales adversas y hostiles muy probablemente se tendrá a una persona que puede transformarse en un facineroso", precisó.

El experto explicó que este fenómeno posiblemente se relaciona con las diferencias de "papeles laborales" que se grabaron en el cerebro hace más de 100.000 años.

El varón se encargaba de la caza para alimentar a la familia, debía de ir detrás de la presa y matarla, mientras que la mujer se quedaba en la aldea recolectando frutos.

Al contrario de los hombres, la jerarquía en las mujeres no se establecía según su fuerza física, sino respecto a quien podía ser una mejor dirigente, explicó el neurocientífico mexicano.

Por estas circunstancias "el hombre desarrolló más el sistema límbico, es decir, el área cerebral que se encarga de toda respuesta emotiva y las mujeres desenvolvieron mejor la zona de la corteza prefrontal, responsable de regular el sistema de las emociones", puntualizó.

11.5.09

Asì era la nota roja en 1930

Sadismo. Infirió a su mujer más de 700 heridas

· Hacia ocho años que él martirizaba a su esposa

· Esta figura tétrica, cínica, en la vida cotidiana casi un dechado de virtudes, hería noche, a noche a la mujer para chuparle su sangre

· Estaba poseído de un espíritu malo

· Pero Alejandro Miranda García fue denunciado por María de Jesús Gress, la víctima que -es de suponerlo- gozó también intensamente



En la mañana de ayer se levantó un acta de policía en las oficinas de la Segunda Demarcación, relatando una sucesión de hechos de tal naturaleza, que más parece una página arrancada a las aventuras del Marqués de Sade, que la relación escueta de un hecho delictuoso que se da a conocer a las autoridades judiciales, para procurar el castigo del responsable.

Una mujer relativamente bella y relativamente joven, cuenta unos treinta años de edad, ha venido siendo martirizado hace largos ocho años por un cruel amante. El hombre, con una religiosidad criminal, noche a noche sin olvidar una sola, le causaba una lesión en el cuerpo con agudo estilete, recreándose en el dolor ajeno, al ver brotar la sangre. El sátiro delincuente ha sido capturado. Lejos de lo que era de esperarse, con inaudito cinismo, confesó toda su culpa, y con una rudeza de hombre inculto sólo supo explicar que al ver brotar la sangre de su amante, sentía un inefable gozo.

Y así, después de tan atroz y prolongado martirio, -por qué no decirlo- quizá soportado con algo de deleite, pues de otra manera no se entiende que la víctima haya permanecido en silencio tanto tiempo, la mujer se encuentra con setecientas ochenta y una cicatriz en el cuerpo, algo increíble si no existiera de por medio un certificado médico que lo asegurara.

De amoríos

Serían las siete de la mañana cuando llegó a las oficinas policiacas una mujer de andar cauteloso, grandes ojeras y mostrando a las claras que obraba con temor, tal cual si temiera ser sorprendida. Pidió atención médica y se vio que presentaba una profunda cortada en la nuca, causada al parecer con una navaja de barba, o instrumento sumamente filoso. Una vez que el médico de guardia hubo atendido a la señora, el Comisario, en cumplimiento de su deber, fue a interrogarle, habiendo manifestado entonces aquella señora, el por qué de su lesión.

Comenzó diciendo que su nombre era el de María de Jesús Gress, de treinta años de edad, con domicilio en las calles de Juan de la Granja número 33. Relató como allá, por las postrimerías de 1921, conoció en un baile de posadas a Alejandro Miranda García, quien la requirió de amores recibiendo una agradable e inmediata correspondencia. Días más tarde, el primero de enero de 1922, los dos jóvenes iniciaban el año con su amorío, haciendo vida común.

Así han transcurrido desde entonces los años, sin grandes choques, sin mayores contratiempos que los hicieran apartarse. Los vecinos los tenían como pareja feliz, no obstante que extrañados muy a menudo oían quejarse a la señora, diciendo que "se había cortado".

781 Cortadas

Refirió entonces la joven que, si bien en apariencia, era feliz, un dolor continuo la amargaba. Su amante era un hombre en toda la acepción de la palabra. Cariñoso, cumplido con sus obligaciones, trabajador, enemigo de bebidas y parrandas y sólo de cuando en cuando, por mera diversión, recordaba un vicio que adquirió de joven: le gustaba darse "las tres de mariguana". Pero en sus excesos no llegaba a perder la razón, contentándose con las "primeras tres" que lo hacían "vacilar".

Pero en cambio, de las buenas prendas de trabajador y cumplido, Alejandro Miranda tenía un aspecto terrible. Noche a noche, con pasmosa constancia, gustaba de causar una lesión en el cuerpo de su amante, usando para ello un afilado estilete. El golpe era rápido, seguro, hiriendo solamente lo suficiente para causar una cortada que hiciera salir algo de sangre. Algunas veces gustaba de llevar sus labios a la herida. El dicho de la señora alarmó al Comisario, quien ordenó que se le hiciera un inmediato reconocimiento y de éste resultó, según certificado médico, que la señora tuviera en el cuerpo, brazos, espalda y manos, setecientas ochenta y una cicatrices de cortadas, algunas recientes.

Al medio día, cuando iba a comer Miranda, se le detuvo. Fue informado de la denuncia de su amante, y sin mostrar gran sorpresa, se concretó a confesar su culpa, indicando que sentía un grato placer en sangrar a su amante, pero que si bien ésta había recibido con repugnancia su costumbre, había acabado por solicitar la sangría cuando a él se le pasaba. Atribuyó la denuncia a un disgusto de la noche anterior.

Declara también en el acta, en calidad e testigo, Eva Ocejo, sirvienta de los amantes, que aseguró haber visto en repetidas ocasiones a la señora Gres, curándose las cortadas.


Febrero 22, 1930, El Nacional

6.5.09

Detienen a uno de los peores asesinos en serie

Agentes de Los Angeles ha arrestado a John Floyd Thomas Jr, sospechoso de ser uno de los asesinos en serie más buscado de EEUU. El hombre de 72 años habría cometido una docena de violaciones y asesinatos de mujeres hace más de diez años. Muestras de su ADN fueron encontradas en dos escenas de crímenes cometidos en los años 70, según William Bratton, Jefe de la Policía de esa ciudad de California.

Los asesinatos y violaciones ocurrieron sl oeste de Los Ángeles en dos periodos: entre 1972 y 1978, así como 1983-89. Durante los cinco años de pausa, Thomas permaneció en prisión después ser condenado por violación, según Bratton . En 1989, Thomas comenzó a trabajar como corredor de seguros.

La mayor parte de sus víctimas eran mujeres blancas, mayores, con 70 y 80 años, a las que violaba y estrangulaba. Este hombre fue arrestado varias veces entre 1955 y 1978, por su presunta vinculación con crímenes de carácter sexual, pero entonces, el desarrollo de la tecnología no permitía probar su culpabilidad.

Thomas fue arrestado el pasado 2 de abril en su casa de Los Angeles después de que un procedimiento rutinario con un nuevo programa informático revelara pruebas más fiables del buscado asesino en serie.

Thomas, vivía solo, después de cuatro matrimonios que terminaron en divorcios. Fue condenado dos veces con anterioridad por abuso, fue vinculado a casos cerrados temporalmente, hasta que tras el examen de su ADN como parte de un proceso de toma de muestras de violadores registrados, el ordenador confirmó que las muestras coincidían con otras encontradas en varios escenarios de crímenes.

El análisis de ADN de delitos ocurridos en décadas pasadas condujo al arresto de un hombre de 72 años, sospechoso de cometer más de 30 violaciones y asesinatos sin resolver, informó hoy el diario Los Angeles Times.

El detenido, John Thomas Jr., un afroamericano que trabajaba para una empresa estatal de seguros laborales en California desde 1989, fue atrapado por los agentes en su domicilio en marzo y acusado formalmente el 2 de abril de violar y asfixiar a dos ancianas en Los Angeles, una en 1972 y otra en 1976. Los investigadores encontraron que el ADN de Thomas estaba presente también en otras tres escenas de crímenes ocurridos en los años 1975, 1976 y 1986, y se analiza si existiría relación del sospechoso con otros 25 casos de asesinato.

De confirmarse estas pesquisas, las fuerzas del orden de Los Angeles habrían dado con el llamado "Violador de la zona oeste", tal y como se apodó al misterioso depravado que sembró el terror en los vecindarios de la ciudad entre 1970 y 1980.

"El señor Thomas parece ser el más prolífico asesino en serie de Los Angeles", dijo el detective Richard Bengston, de la unidad de casos pendientes de Homicidio y Robo del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD). El "Violador de la zona oeste" fue un quebradero de cabeza para el LAPD durante décadas y sus crímenes motivaron la formación de un equipo especial de investigación a mediados de los 70.

Aquel desconocido asesino atacó a personas de la tercera edad en barrios como Hollywood y a pesar de los esfuerzos policiales nunca se llegaron a reunir pruebas suficientes para vincular a una persona con las víctimas. Los asaltos se detuvieron en 1978, aquel año coincidió con el ingreso en prisión de Thomas a quien se le había encontrado culpable de violar a una mujer en Pasadena, en la zona de Los Angeles.

Fue liberado en 1983, justo en la misma época en la que volvió a reproducirse la cadena de asesinatos a mujeres entre 50 y 90 años. Los crímenes y asaltos se repitieron hasta 1989, fecha en el que Thomas consiguió el trabajo en la aseguradora donde se ganó la vida hasta ahora. El LAPD no tiene una teoría sobre por qué los actos de ese asesino terminaron entonces.