19.5.09

Las mujeres planean más sus actos agresivos

Las mujeres planean más sus actos agresivos que los hombres, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México (UIA) que se ha divulgado hoy.

"Mientras ellos tienden a la acción física inmediata, ellas aislan a sus rivales y piensan más la conducta que ejercerán contra el otro", destacó la UIA en un comunicado.

Esas conclusiones fueron extraídas del estudio electroencefalográfico y también del sistema neurovegetativo de adultos con elevados niveles de agresividad que llevó a cabo el doctor Óscar Galicia Castillo, investigador de esa universidad jesuita.

El también director del Laboratorio de Neurociencias de la UIA dijo en el comunicado que dependiendo de la clase de "manifestaciones conductuales" de las personas estudiadas se puede distinguir su tipo de agresión.

El académico y su equipo de investigadores llevaron a cabo más de 90 pruebas a hombres y mujeres con características agresivas en el Centro de Reinserción Social (penal) de Atlacholoaya, en el estado de Morelos.

A través de pruebas de personalidad, tests socio-económicos y análisis de estudios electrofisiológicos, el doctor concluyó que las mujeres son más "proactivas" y los hombres más "reactivos".

Cuando la persona reacciona con un alto índice de actividad emotiva ante un estímulo desagradable y no puede controlar su exaltación se le denomina agresor reactivo.

En cambio, "cuando la respuesta emocional es más débil, el sujeto se presenta calmado y planea su estrategia para disparar su enojo en el momento que lo requiera, se le designa como agresor proactivo", destacó Galicia Castillo.

Mientras que el 70 por ciento de la población masculina escogida del Centro de Rehabilitación agredía físicamente ante un estímulo negativo, sólo el 10 por ciento de las mujeres recurría a los golpes porque la mayoría prefiere "aislar" a quienes las hacen enojar.

El objetivo de la investigación, según el académico, es "comprobar la existencia de distintas formas de funcionamiento cerebral en cada tipo de agresor".

Galicia Castillo señaló "que existen personas mucho más susceptibles a ser agresivas por su propia configuración cerebral".

Cuando esta situación "se asocia con condiciones sociales adversas y hostiles muy probablemente se tendrá a una persona que puede transformarse en un facineroso", precisó.

El experto explicó que este fenómeno posiblemente se relaciona con las diferencias de "papeles laborales" que se grabaron en el cerebro hace más de 100.000 años.

El varón se encargaba de la caza para alimentar a la familia, debía de ir detrás de la presa y matarla, mientras que la mujer se quedaba en la aldea recolectando frutos.

Al contrario de los hombres, la jerarquía en las mujeres no se establecía según su fuerza física, sino respecto a quien podía ser una mejor dirigente, explicó el neurocientífico mexicano.

Por estas circunstancias "el hombre desarrolló más el sistema límbico, es decir, el área cerebral que se encarga de toda respuesta emotiva y las mujeres desenvolvieron mejor la zona de la corteza prefrontal, responsable de regular el sistema de las emociones", puntualizó.